y es entre el lamento
aciago del tormento
cuando las rosas
marchitas aroman el cuerpo
de aquel que fué el dueño
del corazón roto
amargas espinas
silencios que denoto
por la ausencia divina
tedioso el color opaco del silencio
tedioso el sopor
de unas noches de invierno
mas cual arraigada presencia
me muestra la congruencia
del ansiado momento...
Gloria María®2012
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